Estos son mis recuerdos e historias incompletas de mi papá Campo Elías León Gonzalez; digo incompleta porque durante muchos años y mientras nosotros crecíamos mi papá estuvo lejos, trabajando, procurando para nosotros su familia los recursos económicos para darnos lo que el siempre considero lo más importante "educación".
Mi papá nació un 19 de agosto de 1945 (el año en que se terminó la segunda guerra mundial); fué el tercer hijo de doña Domitila González y Luis León, como todos los niños de esa época nació en la casa, una casa a la orilla del río Magdalena en la ciudad de Girardot, la cual fué levantada sobre una gran peña muy alta, mi abuela lavaba ropa para extraños y hacía arepas, envueltos y otros platos (hace unos años me enteré que trabajaba en un restaurante como cocinera que por eso era tan buena en eso) que luego vendían en la plaza; los encargados de esto eran mis tíos y mi papá. Esto lo se por las historias que le escucho narrar a mi tía María sobre su infancia ya que a mi papá casi no le gustaba hablar de esto.
Se por mi mamá que a los 8 años estando en tercero de primaria se retiró de estudiar y se puso a trabajar, por el mismo se que comenzó de ayudante en un taller de carros pero eso nunca le gustó; años más tarde empezó a validar sus estudios con la ayuda de "Pipocha" (mi tío Carlos), luego empezó a estudiar lo que sería su segunda profesión Mecánica de Aviones. Esto lo terminó de estudiar estando ya casado y con una hija (este pecho) bebé. Un día llendo a presentar sus exámenes se accidentó en un bus de la empresa Macarena, mi mamá decía que llego a la casa todo mugroso y ensangrentado. Toda mi vida mi papá detestó esa empresa y si podía nos impedía viajar con ellos.
Mis primeros recuerdos de mi papá son llegando en la quincena con el tarro de galletas, el queso, el arequipe, la mermelada y los yogures; luego mientras nosotros corríamos de un lado a otro decidiendo que era de cada quien, el se encerraba en el cuarto de ellos con mi mamá a hacer cuentas, luego entrabamos nosotros, nos subíamos en la cama y escuchábamos el cuento que el nos había traído de labios de mi mamá; y como cada quincena traía un cuento fuimos llenando con estos una vieja maleta de viaje de esas de cuero con ellos, así que cada noche teníamos una historia para que nos leyesen. La mayoría no eran cuentos caros, eran de pasta blanda pero las ilustraciones eran muy bonitas, habían 3 cuentos "caros" es decir de tapa dura con los que se podía interactuar uno era Pinocho que era de Alejandro, la Cenicienta que era de Gisela y Blanca Nieves que era el mío. Mas adelante le trajo a Carolina una colección de cuentos que son los que hoy en día les leemos a mis sobrinos cuando vienen a pasar vacaciones con nosotros.
Uno de los juegos preferidos, que jugábamos con mi papá era al "Pulpo", el pulpo era mi papá quien nos atrapaba en sus tentáculos (manos y piernas) y nos hacía muchas cosquillas, debíamos intentar soltarnos pero el Pulpo era muy fuerte, asi que nos ayudábamos unos con otros a liberarnos y terminábamos todos atrapados, porque aunque uno se liberase quería volver a ser atrapado.
Otro recuerdo es bañándonos en el patio, a "olladas". En la casa existían unas ollas grandes de hierro (o al menos a mi eso me parecían muy grandes), estas se llenaban con agua de la alberca y mi papá nos lanzaba esas olladas sobre nosotros; a veces el baño coincidía con la lavada del patio o del antejardín y entonces nuestra piscina era el piso de estos donde nos arrastrábamos sobre los estómagos mientras mi papá nos lanzaba el agua ("que grandes nadadores.... mi papá nos llamaba ranas de barro").
Algo que nunca me gustó fué estudiar con mi papá. Con el el estudio era a base de memorización y mi cabeza asi no funciona soy mala en eso. Con el me tocó estudiar las tablas de multiplicar solo llego hasta la del 12 de hay en adelante ...... De mis estudios con mi papá sin embargo el que mas recuerdo es el de las eras geológica, nos acomodamos en la plancha sobre los baños y mientras yo estudiaba mi papá me hacía cariños en la cabeza; luego el me preguntaba, lo malo era que tocaba repetir todo como estaba escrito en el libro, gracias a eso aún recuerdo una que otra era geológica pero no todas (insisto soy mala memorizando).
Prima me lo lei todo...Muy bueno saber ahora de viejos como eran las cosas de niños tal vez de esta forma si podemos conocernos como familia...ya que de la manera convencional no se pudo... Muy chevere su relato en cierto momento me llegue a imaginar al tío Campo Elias en ese plan, doy gracias A Dios que aun que murió el día de mis cumpleaños no logre ver su ultimo estado físico mejor recordarlo como fue siempre barrigón y lleno de energía...
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