jueves, 26 de julio de 2018
Esto va de mal en peor
David sigue disgustado, y mi semana nada que cambia. Llevé la impresora a que me la arreglaran pero no tenía arreglo, así que tocó comprar una nueva y con eso se fueron todos mis ahorros y lo que tenía guardado para sobrevivir el otro mes. En la tarde Ruiz me llamó para preguntarme del padre Alejandro como siempre lo llama uno y no contesta, como desde el día que lo hospitalizaron tengo el teléfono de su hermana Mary la llamé, dijo que el padre estaba en la casa, así que le pedí que no se fuera a ir. Le avisé a Ruiz que me recogió para ir a visitarlo, sin embargo antes tuve que lavar mucho, como estoy triste y deprimida mi periodo se adelantó, y aunque agradezco que me llegue y espero me dure un tiempo más (no quiero ser menopáusica) parezco el mar rojo. Mi cama manchada, me pongo 2 toallas, me cambio cada dos horas y aún así se manchó todo, sabana de protección, las sábanas y el colchón, y claro mi ropa, y por la tarde cuando salí a entregar el trabajo y a comprar la impresora nueva con lo que me pagaron del trabajo, se me olvidó la toalla de cambio, resultado, falda manchada, short y ropa interior manchada; y como no me fijé mientras instalaba la impresora que ya estaba manchada también manché el forro del mueble. Y definitivamente para quitar las manchas toca primero mucha agua y luego si usar el jabón con el que lavo la ropa interior, si coloco blanqueador se fija la condenada mancha.
Yendo para donde el Padre Ruiz me contó sus preocupaciones porque parece que el Hospital está en crisis y no le van a pagar a tiempo, así que está preocupado porque tiene que pagar la universidad de los hijos y sus gastos.
Y llegamos donde el Padre y zas que también había tenido una semana horrorosa con mucha gente para atender y sin tiempo. Ofreció mirarme pero le dije que mejor no y lo invitaba a almorzar el sábado.
La deprimida consolando, que gracia.
Luego traté de ver televisión pero nada, prendí el computador y terminé de descargar el manual de la impresora y luego miraba y miraba el reloj, vi que David se había conectado en el Tagget en la tarde, pero nunca se conectó en la noche. Le grabé un mensaje y ni se que dije en Francés, pero estoy segura de que dije tantas burradas que no creo que entienda, luego continué llorando en español (menos creo que entienda); luego le escribí una carta larga pidiendo disculpas y quitando capas de protección y dejando ver en su totalidad quien soy. (En mi cabeza soy como Golum, solo que no tan mala pero algo así).
Ya ni ganas de rezar tengo, tampoco puedo concentrarme en eso. Solo lloro y lloro.
Ojalá tiemble pronto como me dijeron el otro día que tembló y me caí de la cama, ojalá todo se termine de una vez por todas, porque la verdad estoy agotada, sin ganas de nada, absolutamente de nada. Ni de comer, estoy como cuando se murió Alex, mi estómago no acepta nada diferente a jugo de naranja, a duras penas logro embutirme el desayuno y evitar vomitarlo.
Me cuesta ponerme mis máscaras, y no ponerme a llorar frente a todo mundo.
Aunque tal vez algo bueno salió hoy, tal vez pueda ayudar a Caro a que conserve su empleo en el Ministerio, gracias a Ruiz. Por eso discutí con la foto de mi papá, para que se ponga las pilas donde esté en el mas allá y no haga que sus hijos pasen mas quebraderos de cabeza.
Me preocupan mis hermanos y me siento una completa porquería por no poderlos ayudar y andarles pidiendo ayuda a ellos.
Espero que cuando tiemble y acabe con todo, lo haga rápido y no me duela mucho.
Si sé que soy una malagradecida con Dios, porque debería atesorar la vida. Pero mi vida no tiene nada, solo me quedaba el sueño de David, de resto todos mis otros sueños se fueron por el caño. De niña soñaba con ser mamá. Bueno no lo fuí y ya no lo voy a ser. Esperaba triunfar como odontóloga y tener un trabajo estable. Adoro mi profesión pero pacientes muy pocos o hago otras cosas o plata ni m...., Soy un fracaso total como mujer, profesional y de hija o hermana ni se hable.
Y si no fuera porque conozco el infierno y es terrible, acababa con todo. Claro que ni fuerzas tengo para eso, Ya ni para gemir, las lagrimas solo ruedan y ruedan,
Llegó la hora de cambiarme la toalla, como me gustaría solo acostarme a dormir y no despertarme mas. Pero esos milagros no le pasan a personas como yo.
Mi castigo a todos mis pecados parece ser seguir atada a esta vida preocupando a los que quiero.
Padre querido que estas en los cielos, por qué no me escuchas?
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